El duelo, duele.

Tan sencillo de decir y tan complicado

de elaborar.

 

Perder a un bebé en los inicios de su vida es algo para lo que nadie está preparado. Este hecho, es por si solo un suceso que te parte el cuerpo y te desgarra el alma.

Al principio parece que nada podrá con el dolor que te impone la muerte, pero sé a ciencia cierta el alivio que produce una buena compañía dotada de oídos grandes, boca pequeña y brazos abiertos.

Poder expresar todo ese torbellino emocional que sentimos en un espacio seguro, hace que el dolor parezca más suave y sea, por momentos, más fácil de sobrellevar.

Me ofrezco como tu muleta

mientras el dolor apriete.

Como tu compañera

mientras las lágrimas broten.

Como tu mano amiga,

mientras la sociedad comprende.

Como tu soporte,

mientras la esperanza cojee.

 

Me ofrezco a estar contigo, mientras tu duelo duela.

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Aventurarse en una nueva maternidad/paternidad tras haber perdido uno (o más) bebés

es un camino repleto de altibajos emocionales.

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El miedo es el gran protagonista de la aventura y a veces es tan grande que puede eclipsar a la ilusión y al amor que nos conducen a ese deseo de volverlo a intentar.

Atravesar este camino puede vivirse de muchas maneras, pero sin duda,

la mejor, es estando serena, tranquila y confiada.

 

Esto no siempre es posible ya que la experiencia vivida es la que seguramente nos marque nuestra referencia es por eso que te ofrezco mi mano, por si quieres cogerla.

 

Juntas podemos mirar de frente al miedo con una gran sonrisa y hacer que tu bebé se geste en un entorno de dulce y confortable.

Te acompaño para brindarte todo el apoyo que necesites, la empatía y la dulzura que requiere la espera.

 

Te mereces un embarazo repleto de seguridad y libre de temores.

Hoy es un buen día para conocerte.

Te ofrezco un espacio seguro donde bucear hacia tu interior. Mirar qué hay. Qué sentimientos gobiernan. Cuáles están escondidos.  Qué situaciones te bloquean. Qué te paraliza. Cómo funciona tu interior.

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Te facilito un rincón donde puedes ser tú con todo eso que te gusta y con lo que te disgusta. Y así, siendo auténtica puedas caminar por tu vida de manera plena.

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Cada día tienes una nueva oportunidad de dejar atrás lo viejo, lo que ya no te sirve y enfocarte en todo aquello que está por vivir.

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Si sientes que necesitas hacer un cambio en tu vida y no te atreves a hacerlo sola, te acompaño.

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Pedir ayuda es de valientes.

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